"La mayoría de los inmigrantes subsaharianos que viven en España residen en estas comunidades", ha apuntado. Sólo en 2010, Médicos del Mundo atendió a 1.117 personas de países en los que todavía se realiza la ablación, como Camerún, Gambia, Mali, Ghana, Nigeria y Senegal. "Nuestro objetivo es sensibilizarlas de los riesgos y modificar las creencias erróneas asociadas a esta práctica". Así, Médicos del Mundo organiza grupos de debate con hombres y mujeres subsaharianos y contacta con líderes comunitarios y religiosos para promover un cambio de valores.
Dos de las mediadoras socioculturales que tiene Médicos del Mundo, Bai Sanday e Isatou Gerew, ambas de Gambia, juegan un papel fundamental. "Mucho más que unas simples traductoras", como ha señalado Julia Moreno, coordinadora de Inclusión Social de Médicos del Mundo Aragón. Cuando una mujer de un país de riesgo acude al médico, "hacemos de traductoras y aconsejamos a los profesionales sobre cómo relacionarse con ella", ha explicado Bai Sanday. En el caso de que se detecte riesgo de mutilación, "les decimos que la ablación no supondrá ninguna ventaja para la niña", ha señalado Isatou Gerew.
Una de las grandes dificultades para erradicar la mutilación genital femenina son las creencias erróneas de que esta práctica es una exigencia de algunas religiones o es beneficiosa para la higiene, la identidad de la mujer, contraer matrimonio… "cuando, en realidad, las consecuencias físicas son terribles. Y también las psicológicas, más difíciles de medir, pero que pueden ser ansiedad, episodios de terror, problemas en las relaciones sexuales, problemas de pareja…", ha relatado Julia Moreno.
Por eso, Médicos del Mundo se centra en la prevención. "Damos información directa a los familiares y también formamos y sensibilizamos a los profesionales sanitarios, como pediatras, ginecólogos, médicos de atención primaria, matronas y enfermeras, que son los que están en primera línea".
La mutilación genital femenina no es únicamente un problema médico. Se trata también de un conflicto de valores. Como ha explicado Teresa Arana, pediatra y vocal del Comité de Ética Asistencial del Sector Zaragoza II, "hay un choque de valores entre cómo ven la ablación la sociedad de acogida y la sociedad inmigrante. En esta línea hay que conseguir un cambio sociocultural entre inmigrantes mediante un diálogo respetuoso, ya que sólo con la ley no se conseguirá casi nada". Teresa Arana, pediatra, ha alertado de la necesidad de que los profesionales sanitarios se ganen la confianza de los pacientes "informando de los riesgos de la ablación, preguntando con respeto a las mujeres si han sido mutiladas y si piensan practicarla con sus hijas". Así, cuando llegue el momento de un viaje al país de origen "el profesional tiene más confianza para informar de que la ley le obliga a avisar a las autoridades en caso de mutilación. En Aragón entregamos el Compromiso Preventivo para que firmen que se comprometen a no realizar la ablación a sus hijas. Es más que un documento legal; les da la fuerza moral para negarse a la ablación ante sus familiares alegando que está penalizada en España". Ver el artículo completo
Entrevista a Adriana Kaplan, experta internacional en mutilación genital
Lucha contra la mutilación genital femenina (página web de la plataforma)
Mutilación Genital Femenina: Abordaje y Prevención (libro descargable en pdf)