Lo singular de la sexualidad de las personas con discapacidad mental no se halla en la respuesta sexual en sí misma. La sexualidad como forma de ser en el mundo y estar con los otros existe también en la persona con deficiencia mental.Lo que ocurrirá es que debido a su coeficiente intelectual la evolución psicosexual se verá demorada o detenida en distintas etapas del desarrollo, en
otros casos su desarrollo hormonal coincide con su edad cronológica y no así con su edad mental.
En principio, es importante señalar que el niño con deficiencia mental es un sujeto que, dadas sus limitaciones y desventajas cognoscitivas, es percibido por la sociedad como un ser incompleto.
El discapacitado mental es una persona a la que se mantiene marginada, en el ámbito familiar es como un miembro olvidado que no se menciona ni se reconoce o las familias asumen actitudes extremas, pueden sobreprotegerlo o tener actitudes de marcado rechazo, esto obviamente, le coarta la posibilidad de enfrentarse a contradicciones y conflictos generados por su acción que le impide un adecuado desarrollo y un mejor aprovechamiento del resto de sus potencialidades.
Consecuentemente, el discapacitado mental es considerado como una persona no autónoma, al cual se le enseña frecuentemente a percibirse como disminuido, devaluado e incapaz de relacionarse exitosamente en su ambiente social. De ahí que, por extensión, su sexualidad sea vista de manera deformada por los padres, quienes, por un lado prolongan la dependencia del sujeto hacia ellos y, por el otro, incrementan la dificultad para que aquél promueva una separación emocional del núcleo familiar
La sexualidad del niño o joven discapacitado mental es negada, disfrazada, ocultada o ignorada por temor, por desconocimiento negando importancia que ésta tiene para el sujeto con necesidades especiales.
1-Edad cronológica:
Determina la maduración de su aparato genital y el nivel hormonal.
2- Edad mental:
Referida al coeficiente intelectual, determinará características de la sexualidad de estas personas en base al desarrollo psicoevolutivo logrado.
3- Edad social:
Se refiere a la adaptabilidad lograda en base a la estimulación provista por el medio familiar y el entorno.
La expresión de la sexualidad de las personas con discapacidad mental esta en función del desarrollo psicosexual alcanzado, aunque se expresa a través de un organismo que presenta una edad cronológica diferente.
Los adultos tendemos a comprender las manifestaciones de sexualidad de las personas con déficit intelectual, de acuerdo a nuestra mirada adulta, con una “intencionalidad”, que nos lleva, en la mayoría de los casos, a mal interpretar las mismas.
Es necesario comprender que las manifestaciones sexuales, no serán las mismas que las esperadas para su edad cronológica, sino, que responderán de acuerdo a su nivel de comprensión.
La sexualidad de las personas con déficit intelectual, responde a los períodos evolutivos de la sexualidad infantil, en donde la misma de expresa mediante el juego, la imitación, la identificación, el intercambio de roles, etc.
El desconocimiento de los aspectos mencionados, puede llevarnos a conductas de rechazo y/o evitación, provocando en la persona con discapacidad, la vivencia tantas veces experimentada del “apego-desapego”, cuando en la mayoría de los casos, lo que se quería expresar era afecto.
Es necesario comprender que las manifestaciones sexuales, no serán las mismas que las esperadas para su edad cronológica, sino, que responderán de acuerdo a su nivel de comprensión.
La sexualidad de las personas con déficit intelectual, responde a los períodos evolutivos de la sexualidad infantil, en donde la misma de expresa mediante el juego, la imitación, la identificación, el intercambio de roles, etc.
El desconocimiento de los aspectos mencionados, puede llevarnos a conductas de rechazo y/o evitación, provocando en la persona con discapacidad, la vivencia tantas veces experimentada del “apego-desapego”, cuando en la mayoría de los casos, lo que se quería expresar era afecto.
La tarea fundamental de los padres de educarlos sexualmente debiera partir de dos premisas:
a) sexualidad no es genitalidad
b) la educación sexual debe ser abordada conjuntamente por los padres y los maestros, considerando en todo momento que dicha educación debe ser proporcionada en función de las necesidades específicas de los niños y/o jóvenes abarcando no sólo la información biológica y anatómica, sino la formación e información sobre actitudes, sentimientos, comportamientos, auto imagen, valores y actitudes de vida. Desde luego, es necesario también utilizar los métodos y técnicas apropiadas a las personas con necesidades educativas especiales, teniendo en cuenta sus limitaciones cognoscitivas, físicas y socio afectivas; así, los padres y maestros promoverán el respeto y la aceptación de la sexualidad de las personas con discapacidad ante la sociedad y lograrán que éstas se ganen un lugar como "personas" en la misma, al defender el derecho que tienen de expresar y vivir su sexualidad con total libertad y normalidad, en la medida en que sus posibilidades y potencialidades lo permitan.
Más información:
La Sexualidad del Discapacitado Mental: actitudes y comportamientos de la familia. Dra. Irma Aída Torres Fermán y Dr. Fco. Javier Beltrán Guzmán
La sexualidad en las personas con discapacidad Autor y licencia de 'Sexualidad infantil y juvenil' Monografía de Mononeurona . Extraido de: http://www.mononeurona.org/index.php?idp=298
Sexualidad y afectividad en personas con deficiencias . Pautas de actuación. Javier Gomez Zapiain, Atzegi
a) sexualidad no es genitalidad
b) la educación sexual debe ser abordada conjuntamente por los padres y los maestros, considerando en todo momento que dicha educación debe ser proporcionada en función de las necesidades específicas de los niños y/o jóvenes abarcando no sólo la información biológica y anatómica, sino la formación e información sobre actitudes, sentimientos, comportamientos, auto imagen, valores y actitudes de vida. Desde luego, es necesario también utilizar los métodos y técnicas apropiadas a las personas con necesidades educativas especiales, teniendo en cuenta sus limitaciones cognoscitivas, físicas y socio afectivas; así, los padres y maestros promoverán el respeto y la aceptación de la sexualidad de las personas con discapacidad ante la sociedad y lograrán que éstas se ganen un lugar como "personas" en la misma, al defender el derecho que tienen de expresar y vivir su sexualidad con total libertad y normalidad, en la medida en que sus posibilidades y potencialidades lo permitan.
Más información:
La Sexualidad del Discapacitado Mental: actitudes y comportamientos de la familia. Dra. Irma Aída Torres Fermán y Dr. Fco. Javier Beltrán Guzmán
La sexualidad en las personas con discapacidad Autor y licencia de 'Sexualidad infantil y juvenil' Monografía de Mononeurona . Extraido de: http://www.mononeurona.org/index.php?idp=298
Sexualidad y afectividad en personas con deficiencias . Pautas de actuación. Javier Gomez Zapiain, Atzegi
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