domingo, 24 de junio de 2012

Mutilación genital femenina: ¿Cuál es la mejor forma de evaluar, gestionar y evitar esta práctica?

Existe poca información publicada acerca de la mutilación genital femenina (también llamada circuncisión femenina o ablación), una práctica contraria a los derechos humanos universales e ilegal en el Reino Unido. Un elevado número de niñas pertenecientes a minorías étnicas en el Reino Unido se encuentran en situación de riesgo.
En este artículo se revisan los métodos prácticos para la evaluación y el tratamiento de la mutilación genital femenina y se analizan las estrategias de prevención. A diferencia de la mayoría de las demás formas de abuso infantil, quienes practican la mutilación genital femenina consideran que actúan en el propio beneficio de la niña. Ningún texto sagrado incita a realizar esta práctica. El procedimiento comprende desde una intervención nociva de cualquier tipo (por ejemplo, punción, perforación o ablación) realizada en los genitales sin finalidad médica alguna, hasta infibulación (ablación y cierre de los labios externos de los genitales, creando así un sello que reduce el orificio vaginal) hasta escisión del clítoris. El procedimiento puede causar dolor, conmoción, hemorragia excesiva, dificultades para orinar o defecar, infección, problemas psicológicos, fusión accidental de los labios externos de los genitales y muerte. A largo plazo, la mutilación genital femenina puede causar dolor neuropático crónico, cicatrización queloide, infecciones pélvicas, del tracto urinario y genitales, complicaciones ginecológicas con posible peligro de muerte para el recién nacido, disminución de la calidad de vida sexual y problemas psicológicos.
La forma más grave de mutilación también podría acarrear la necesidad de practicar una desinfibulación quirúrgica, así como problemas menstruales, dolor durante el acto sexual y esterilidad. "Es posible que las mujeres no deseen solicitar ayuda debido a las consecuencias jurídicas que esta práctica conllevaría para sí mismas y para sus familiares.
Las comunidades donde se lleva a cabo esta práctica deben ser objeto de atención de los profesionales de la salud para que se les pueda prestar una asistencia de alta calidad y facilitar el acceso a la misma.
Y aún más importante, los profesionales de la salud deben respaldar estrategias de prevención con el propósito de reducir la prevalencia de la [mutilación genital femenina] en el Reino Unido". Simpson J, Robinson K, Creighton SM, et al. Female genital mutilation: the role of health professionals in prevention, assessment, and management. BMJ. 2012;344:e1361. doi: 10.1136/bmj.e1361.  


Más información

domingo, 17 de junio de 2012

Vacunación contra el VPH: consecuencias a largo plazo : Las mujeres que ya están infectadas presentan un menor riesgo de desarrollar posteriormente una enfermedad de cuello uterino o de la vulva

Si bien la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) no evita la progresión a precáncer de cuello uterino en mujeres que ya estaban infectadas en el momento en el que se les administra la vacuna, se desconoce si se evita una enfermedad posterior. En este artículo se documentan los resultados de un análisis retrospectivo de mujeres que se habían sometido a un procedimiento de escisión por una enfermedad del cuello uterino o a las que se les habían diagnosticado verrugas genitales, neoplasia intraepitelial de la vulva o neoplasia intraepitelial vaginal y que habían participado en un ensayo clínico en fase 3 de la vacuna cuadrivalente contra el VPH. Las participantes (17.622 mujeres de entre 15 y 26 años de edad) de los 2 ensayos clínicos internacionales, doble ciego, aleatorizados y controlados con placebo de la eficacia de la vacuna cuadrivalente contra el VPH, denominados FUTURE I y FUTURE II, se seleccionaron aleatoriamente para recibir 3 dosis de la vacuna o placebo el día 1 y al cabo de 2 y 6 meses. Se practicó una intervención quirúrgica de cuello uterino en 587 mujeres que habían recibido la vacuna y en 763 que habían recibido placebo. La enfermedad subsiguiente relacionada con el VPH se produjo con incidencias (casos por 100 años-persona en riesgo) de 6,6 entre las receptoras de la vacuna y de 12,2 entre las mujeres que recibieron placebo. El riesgo de desarrollar cualquier enfermedad de cuello uterino de alto grado subsiguiente se redujo de manera significativa en un 64,9% entre las mujeres vacunadas. Se observaron verrugas genitales, neoplasia intraepitelial de la vulva o neoplasia intraepitelial vaginal en 229 mujeres que habían recibido la vacuna y en 475 que habían recibido placebo.
La enfermedad subsiguiente relacionada con el VPH se produjo con una incidencia de 20,1 entre las receptoras de la vacuna y de 31,0 entre las mujeres que recibieron placebo.
Los investigadores concluyeron que «la vacunación previa con la vacuna cuadrivalente del VPH entre las mujeres que se habían sometido a un tratamiento quirúrgico contra una enfermedad relacionada con el VPH redujo significativamente la incidencia de desarrollar una enfermedad subsiguiente relacionada con el VPH, incluida una enfermedad de alto grado». Joura EA, Garland SM, Paavonen J, et al. Effect of the human papillomavirus (HPV) quadrivalent vaccine in a subgroup of women with cervical and vulvar disease: retrospective pooled analysis of trial data. BMJ. 2012 Mar 27;344:e1401. doi: 10.1136/bmj.e1401.  

domingo, 10 de junio de 2012

Síndrome de ovario poliquístico y salud femenina:Grado de conocimiento actual y dirección de las futuras investigaciones

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es el trastorno endocrino más frecuente entre las mujeres, con una prevalencia del 6 al 15%. Se sabe muy poco acerca de la etiología del SOP y su expresión fenotípica heterogénea dificulta el tratamiento. Este artículo es un informe de consenso en el que se resume el conocimiento actual y se identifican lagunas de conocimiento en diversos aspectos de la salud femenina relacionados con el SOP, como adolescencia; hirsutismo y acné; anticoncepción; anomalías del ciclo menstrual; calidad de vida y salud sexual; origen étnico; complicaciones del embarazo; salud metabólica y cardiovascular a largo plazo; y riesgo de cáncer. El diagnóstico del SOP difiere en adolescentes y mujeres; los estudios que se lleven a cabo en el futuro deberían centrarse en definir criterios de diagnóstico y marcadores bioquímicos del SOP en adolescentes.
El hirsutismo es un buen marcador de hiperandrogenismo, pero sigue habiendo lagunas en lo que respecta al tratamiento. Los ciclos menstruales irregulares son frecuentes entre las mujeres con SOP, pero puede producirse ovulación espontánea y estas mujeres pueden beneficiarse del uso de anticonceptivos en ausencia de otras contraindicaciones. Existen datos clínicos que indican que las mujeres con SOP presentan un mayor riesgo de padecer trastornos psicológicos, subfertilidad, complicaciones del embarazo, resistencia a la insulina, síndrome metabólico, diabetes de tipo 2, enfermedad cardiovascular y cáncer de endometrio; es necesario que se realicen más estudios para tener un mayor conocimiento de estos riesgos. El SOP influye de manera importante en la salud femenina y las mujeres afectadas presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y mentales y cáncer. Siguen existiendo lagunas de conocimiento importantes en cuanto a la etiología y el tratamiento de este trastorno endocrino extendido.  
Fauser BC, Tarlatzis BC, Rebar, RW, et al. Consensus on women's health aspects of polycystic ovary syndrome (PCOS): the Amsterdam ESHRE/ASRM-Sponsored 3rd PCOS Consensus Workshop Group. Fertil Steril. 2012;97:28–38.  

domingo, 3 de junio de 2012

Resistencia a la insulina en mujeres con síndrome de ovario poliquístico

La mayoría de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOPQ) presentan resistencia a la insulina, pero su gravedad varía enormemente y en sus manifestaciones más leves podría no ser relevante desde un punto de vista clínico. En este artículo se documentan las ventajas y los inconvenientes del tratamiento de la resistencia a la insulina en mujeres con SOPQ. La hiperinsulinemia resultante de la resistencia a la insulina deriva con frecuencia en hiperandrogenemia, lo que afecta negativamente a la función reproductiva. A favor del tratamiento de la resistencia a la insulina (mediante cambios en el estilo de vida o terapia con metformina) está el hecho de que se pueden resolver las anomalías reproductivas y metabólicas y reducirse el riesgo de diabetes y arteriopatía. En concreto, las chicas hiperandrogenémicas podrían beneficiarse del tratamiento para reducir la hiperinsulinemia y las consecuencias de esta antes y durante la pubertad.
En contra del tratamiento con metformina para todas las mujeres con SOPQ está el hecho de que no todas presentan resistencia a la insulina y que el diagnóstico de resistencia a la insulina es, en cualquier caso, poco fiable. Faltan datos que respalden el tratamie
nto de la resistencia a la insulina por sí mismo, por lo que la evaluación metabólica debería tener como finalidad detectar la alteración de la glucosa en ayunas o de la tolerancia a la glucosa, el síndrome metabólico y los niveles elevados de lipoproteína de baja densidad, condiciones clínicas que demandan prioridad de tratamiento. El tratamiento resulta efectivo pero es posible que no aborde problemas metabólicos o reproductivos concretos A favor del tratamiento de la resistencia a la insulina en todas las mujeres con SOPQ está el hecho de que la metformina es efectiva «y podría usarse de manera más extendida en adolescentes obesas con hiperandrogenemia, una afección que precede al SOPQ». En contra está que el «tratamiento debería ir dirigido a problemas metabólicos y reproductivos específicos y que los fármacos para la sensibilización a la insulina no constituyen siempre la terapia más adecuada».
Marshall JC, Dunaif A. Should all women with PCOS be treated for insulin resistance? Fertil Steril. 2012;97:18-22.